lunes, 23 de febrero de 2009

Pudin de carnaval (Bandullo de leite)


 

> ½ kg pan seco >8 huevos > 1l. de leche >Ralladuras de un limón > Un palo de canela > Dos pellizcos de comino > Un ramillete de nébeda > 8 c/s de azúcar glas > 4 c/s de maicena > 4 c/s harina de trigo > 25 gr. de uvas pasas > Mantequilla para untar el molde

Se hierve la leche con el limón, canela, nébeda y comino. Se deja infusionar durante 20 minutos. Se le retira el rabo a las pasas. Se le quita la corteza al pan y se corta en dados pequeños. Se pone en un recipiente amplio donde se pueda humedecer con la leche y trabajar la mezcla con uno aplastador para dejarla fina.
Precalentamos el horno a 200ºCEchamos la leche colada, dejamos reblandecer y vamos trabajando la mezcla hasta que esté bien fina. Le añadimos el azúcar y los huevos y vamos revolviendo con una espátula.
Ahora, acrecentamos las pasa sin dejar de remover. Ponemos en un colador las harinas mezcladas y vamos incorporándola a la masa mientras removemos. La masa no debe quedar muy dura ni muy blanda.
Untamos el molde con la mantequilla y lo llenamos con la masa que va el horno 200º durante 1 hora. Si se pincha y la brocheta sale limpia, el pudin está cocido. Si cuece demasiado por arriba, podemos protegerlo con papel sulfurizado.Dejamos enfriar y desmoldamos.





En la isla pontevedresa de Ons, se sala el BANDULLO del cerdo después de muerto éste, y llegado el ENTROIDO se llena de masa de COMPOTA muy cargada de huevos; se mete luego en el horno, dejándolo cocer hasta que quede duro como un queso; se va comiendo cortado en rebanadas; y resulta un manjar tan exquisito para aquellos habitantes, que en la isla dicen:
O Pedro Peres e máis o bandullo,
fan unha festa no cabo do mundo
Eladio Rodríguez González (1958-1961): Diccionario enciclopédico gallego-castellano, Galaxia, Vigo

El pudin gallego: bandullo o vincha


O Bandullo o Vincha es un dulce típico de Carnaval. Viene a ser un pudín parecido, en algunas versiones, al “pudding” que los ingleses preparan por Nochebuena y Año Nuevo.

Un pudín consiste en una masa de  cereal cocido (pan, bizcocho, croissant…) humedecida en leche a la que se incorpora aromatizantes (especias, licores…),  frutos secos y/o frutas confitadas. Todo esto se liga con huevo batido que solidificará cuando el conjunto sea cocido en un molde dándole calor de diferentes maneras.

Aparece el Plum-Pudding en El Practicón (Ángel Muro, 1893) y se lo atribuye a ingleses y franceses. Según el autor, era  primer plato de cada día a bordo de los barcos de la armada británica durante los ss. XVIII y XIX y consistía en una mezcla de harina y grasa .

Los “puddinng” tienen tradición en la cocina inglesa. Una receta muy refinada y cara de este tipo es el pudding de navidad cuya receta reproduzco a continuación:  es de notar el parecido básico que mantiene con las fórmulas gallegas que vereremos a continuació:


Plum-Puddig
(Teodoro Bardají Mas, La cocina de ellas, Ed. La Val de Onsera, Huesca, 2002)
250g grasa de riñón de buey o ternera .300g miga de pan recién desmigada .100g harina de trigo .200g pasas limpias y sin pepitas .50g corteza de naranja confitada .50g otras frutas confitadas .150g manzana reineta cruda mondada y cortada en rajitas .30g jengibre .50g higos secos remojados .100g almendra mondadas y fileteadas .El jugo de un limón y de una naranja
.2 dl de ron o coñac .150g azúcar moreno .Una pizca de canela molida .Una suposición de nuez moscada rallada .Un clavillo en polvo .4 huevos

Ocho días antes de consumir el plum-pudding se juntan en barreño vidriado todos los ingredientes menos el sebo, los huevos y la harina. El ron o coñac se va incorporando cada día un poco. Todos los días se amasa el conjunto que ha de mantenerse el un lugar muy fresco. El último día se le mezclan los huevos y la harina, preparada con el sebo, según se dirá al final. Con esto tenemos terminada la masa y listos para ser cocidos los plum-pudding.
Para ello hay moldes especiales, en forma de medias esferas, pero su falta se suple bien, empleando tazones, de los llamados bols, que se usan comúnmente para el desayuno. Estos tazones se untan interiormente con manteca de vaca y se llenan de la masa preparada; luego se tapan con un paño en el que se habrá untado igualmente con manteca la parte que estará en contacto con la masa. Este paño se repliega hasta el fondo del tazón y allí se ata fuertemente con bramante. También suele prepararse sin molde o sea untando de manteca un paño o servilleta, en el que se pone un kilo , o algo más, de masa; se recoge el paño con sus bordes, encerrando la pasta en forma de bola, se ata bien apretada y está en disposición de cocerlo. Para esta operación se tiene sobre el fuego una marmita grande (según los moldes que haya) con agua abundante. En el agua hirviendo se sumergen los plum-puddings y se tienen 3 ó 4 horas sin dejar de cocer. La regla general es tenerlos tres horas los de un kilo de masa y luego aumentar media hora más por cada medio kilo que aumente el peso del pudding.
Se sirven caliente o fríos. Son mejores calientes, recién sacados de su baño, cortado en rajitas delgadas, abundantemente rociados de ron, al que se prende fuego y se presentan en la mesa encendidos. Es buena costumbre servirlos acompañados de una salsa. Las mermeladas de grosella y frambuesas son excelentes como acompañamiento, y tampoco le va mal un huevo mol, un sabayón o simplemente una salsera con natilla, no muy espesa.


Acercándonos más a Galicia, he rastreado diversas recetas:
En La cocina práctica (Picadillo, 1905) aparece la Mixtura gallega: pan seco, leche, huevos, azúcar, uvas e higos pasos, almendras, sal, manteca de vaca o cerdo, ralladuras de limón, canela y piñones.
Pero también el Plum-Pudding, el Pudín, el Pudín imperial, de pan, de rebanadas de pan, de manzanas, de peras, de almendras, de naranja y de manteca.
Si vamos a La cocina gallega (9ª edición, 2004) de Araceli Filgueira Iglesias y Álvaro Cunqueiro; nos presenta el Buxo na vexiga. Los ingredientes son pan, huevos, azúcar, manteca de vaca y canela.
En Repostería en Galicia (1997) de Fina Casalderrey y Mariano García reproducen diversas recetas; cito y detallo ingredientes
Budín de miolo: leche, pan de trigo, azúcar, huevos, pasas, aguardiente blanca, mantequilla y ralladura de limón. Budín de boda (Hermelinda García, Xeve, Pontevedra): leche, pan, azúcar, huevos, pasas y piñones. Se cita como variante la “mestura galega” (V. Picadillo) en Lugo que además lleva higos pasos, almendras tostadas y mantequilla.
Vincha (María Gómez Quintá, Soutelo de Montes – Forcarei): Pan seco, huevos, azúcar, manteca de vaca y la vejiga (vincha)
Miguel Vilas Pernas en A cociña de entroido e San Xoán (2006) nos habla de: bandullo, tripón doce y vincha.  Afirma que básicamente es el mismo dulce con diferentes nombres según la zona. Los ingredientes son: pan, leche, azúcar, huevos, almendras, pasas, mantequilla y canela.

En Galicia estos pudines tienen la particularidad que se amoldaban en una víscera del cerdo: estómago o vejiga y así se cocían al baño maría. Más abajo detallo la manera de atar y cocer. Actualmente, no es frecuente el uso de estos recipientes y se cuece al horno en un molde adecuado.
Otra particularidad del bandullo es que la masa se aromatiza con la nébeda o hierba gatera; Vilas Pernas así lo afirma para la versión que comenta en la illa de Ons. No obstante, en el valle de la Louriña (Louredo – Mos) también se utiliza el mismo aromatizante.



“En la isla pontevedresa de Ons, se sala el BANDULLO del cerdo después de muerto éste, y llegado el ENTROIDO se llena de masa de COMPOTA muy cargada de huevos; se mete luego en el horno, dejándolo cocer hasta que quede duro como un queso; se va comiendo cortado en rebanadas; y resulta un manjar tan exquisito para aquellos habitantes, que en la isla dicen: O Pedro Peres e máis o bandullo, / fan unha festa no cabo do mundo.”
(Eladio Rodríguez González (1958-1961): Diccionario enciclopédico gallego-castellano, Galaxia, Vigo)

En Cangas (Pontevedra) se maneja la siguiente receta, es de notar lo curioso del método de cocción:
Para hacer el relleno batimos 1 litro de leche, 6 huevos y 200 gramos de azúcar y añadiendo miga de pan del día anterior.
Dejamos reposar una hora para que la miga quede bien empapada y añadimos higos secos u orejones y pasas. Rellenamos el bandullo para bridarlo a continuación. Colocado en una fuente y rociado con aceite y un buen Albariño, lo metemos en el horno a temperatura moderada hasta que resulte gelatinoso al pincharlo. Una vez frío lo adornamos con piñones o almendra fileteada por encima. Y a comerlo cortado en rebanadas como postre.
 En el Valle de la Louriña (Louredo – Mos), hacen dos tipos de bandullo:

Bandullo tradicional de caldo. (Según la abuela Sofía Lorenzo, por boca da Sra. Carmen Blanco; Pantaño, Louredo – Mos)
“ Fervíase un oso da soá (soá s.f. Espiñazo do porco) en auga durante 2 ou 2 horas e media. Con este caldo amasábase óleo de millo, rebandas de pan de trigo, fariña de trigo, canela e azucre. Bátense media ducia de ovos, e misturáse todo.
Énchese o bandullo co amoado e cósese con fío de saco deixando unha asa para poder agarrar. Bótase o resto do caldo nunha ola estreita e alta, con engadido de auga e cando ferve; somérxese o bandullo e sácase unha cantas veces. Cando vai cocendo xa non vai abaixo, non se afunde. Deixase cocer. Se o pinchar cunha agulla non sae líquido, o bandullo está cocido.”

Y el más común en la actualidad:
 Bandullo de leite
“½ kg pan seco .8 ovos .1l. de leite .Relas de limón .Un pao de canela .Dúas petiscadas de comino .Un ramiño de nébeda .8 c/s de azucre glas .4 c/s de maizena .4 c/s fariña de trigo .25 gr. de uvas pasas .Manteiga para untar o molde.

Férvese o leite co limón, canela, nébeda e comino. Déixase infusionar durante 20 minutos.Tíraselle o rabo ás pasas.Tíraselle a codia ó pan e córtase en dados pequenos. Ponse nun recipiente amplo onde se poida humedecer co leite e traballar a mestura cun esmagador para deixala fina. Acendese o forno para aquecelo a 200º.
Botase o leite coado, deixase amolecer e vaise traballando a mestura ata que estea ben fina.Engádeselle o azucre e os ovos e vaise revolvendo cunha espátula. Agora, acrecéntanse as pasa sen deixar de remexer. Pomos nun coador as fariñas mesturadas e vamos incorporándoa á masa mentres remexemos. A masa non debe quedar moi dura nin moi branda. Untamos o molde coa manteiga e enchémolo coa masa que vai o forno 200º durante 1 hora. Si se pincha e o espeto sae limpo, o pudin está cocido.
Se coce demasiado por arriba, podemos protexelo con papel sulfurizado.
Deixar arrefecer e desmoldase.”

Tanto uno como otro se pueden comer porque hay casas que lo preparan, es comida típica de los días de carnaval.

En Cerdedo, también, en la provincia de Pontevedra hacen  a vincha que se elabora del siguiente modo según Vilas Pernas: “ovos batidos, galochas de trigo esmiuzadas, comino, canela, pementa e un rustrido feito con cebola picada, pirixel, allo, aceite, un pouco de mentraste e pementón doce.
Aséntanse tódolos ingredientes nun molde e ponse a cocer no forno ben quente ata que calle.”
Era a típica sobremesa do Antroido e da Pascua.

El mismo autor nos pone sobre la pista de un bandullo en Terras do Ulla (zona de Compostela) que como una de las variantes del de la Louriña incorpora caldo en la masa:
“A 2 kg de molete desfeito amasado con leite ou cun caldo de osos, engadiremos dúas ducias de ovos, cen gramos de uvas pasas e 1 kg. de azucre. Cócese no forno nun molde ou no bandullo.”

Con todo esto comprobamos que estamos ante un pudín tradicional y genuinamente gallego todavía muy vivo en la cocinas del país. Los restaurantes que buscan hacer una cocina gallega tradicional e innovadora deben incorporarlo a sus cartas para hacerlo llegar al público. Las posibilidades de sofisticación de esta plato son muchas.

viernes, 20 de febrero de 2009

Filloas (Luís González . Cocinero)







Esta es la mixtura para filloas que hacía Luís González. Fue cocinero en el Restaurante El Castro, en Vigo, por los años 60. Allí aprendió a las órdenes de un jefe de cocina de la escuela de Soutomaior. Ya se sabe que esa es la gran cantera de cocina de Pontevedra porque dio muchos y muy buenos cocineros. Años más tarde ejerció en los fogones de una gran empresa química. Me dicen que los trabajadores todavía recuerdan sus platos.

¿Para 24 filloas en una sartén de unos 20cm. de diámetro?
A un litro de leche le añadios seis huevos. Batimos. A continuación vamos tamizando 250 gr harina que se irá incorporando al líquido sin que nosotros dejemos de batir.
Ahora llega el rallarle el aromatizante; en este caso será la piel medio de limón.
Salamos al gusto y dejamos reposar a temperatura ambiente 45 minutos. Si quedan grumos, lo colamos.

Para hacer las filloas, untamos la sartén antiadherente con un trozo de tocino de jamón y con un cazo vertemos suficiente líquido para cubrir la superficie con fina capa de mezcla una vez la sartén caliente.Dejamos cocer por un lado y damos la vuelta ayundándonos con lo dedos y una espátula de madera para ir desprendiendo la filloa por los borde. La cocemos por el otro lado y la retiramos a un plato donde la espolvoreamos de azucar. La siguiente la ponemos encima y así hasta acabar la mezcla.


jueves, 19 de febrero de 2009

Filloas 2009

Entre otras comidas propias de estas fechas comeremos algo tan gallego como las filloas o freixós. No hay libro de cocina gallega donde no aparezca una o varias recetas de este plato. Sin embargo no es sólo nuestro, las filloas se cocinan con técnica que es muy antigua y muchos pueblos usaron y continúan usando. Se trata de cocer la harina de un cereal habiéndolo amasado en un líquido. Así se hacen las tortas mexicanas, las arepas venezolanas o cubanas y las pitas pakistaníes; también los panckaques anglosajones, las crepes francesas y tantas otras modalidades.
Si la técnica básica es la misma, una de las diferencias está en el líquido del amasado y en los aromatizantes que incorpora la masa que puede ser más o menos líquida; el amoado en gallego.

Algunas variedades españolas y gallegas
En España hay hojuelas en Castilla, frisuelos en Asturias, fiyuelas en León y filloas en Galicia. Pero el origen etimológico de las palabras es el mismo: un diminutivo de “foliolum”, “foliola” que, a su vez, dan “hoja” y “folio”; pero también “hojuela” y “filloa”.
En Galicia el tipo de filloas también es variadísimo: saladas, dulces; amasadas con caldo, leche o agua; de harina de maíz, centeno o trigo; cocidas sobre piedra, filloeira o sartén incluso hay unsa que se cocía sobre “un estadullo de carro”(Ver. San Xes de Lobeira (Ourense), en A terra, Xaquín Lorenzo, Ed. Galaxia)
Se dice que las filloas cocinadas en fuego de leña, con más frecuencia las cocidas sobre piedra o filloeira, tienen un aroma especial que le aporta la leña quemada. Parece lógico que así sea. Cocinar con leña ya no está al alcance de la mayoría de personas. Pero se podría intentar aportar aquel aroma ahumando la sal o el azúcar con el que se aderezan las filloas.
En materia de filloas los gustos son variados, aunque la mayoría aprecia la finura de la pasta, “como si fuera encaje” en palabras de Cunqueiro.
Álvaro Cunqueiro en el estudio preliminar al libro de Araceli Fernández Filgueira, La cocina gallega, revindica la elaboración frecuente de las filloas extendiendo su comida más allá de la época carnavalera; le parece que pueden dar las filloas muy buenas meriendas cenas en las tardes de invierno y estoy de acuerdo con esta opinión. Pero Cunqueiro en esto es radical y a fuerza de parecerle gallega la filloa, dice que ningún restaurante debería recibir el adjetivo de gallego si no ofrecía en su carta filloas durante todo el año y además las tales filloas, deberían ser buenas.

Amoado de filloas
El amoado más común se prepara con huevo, harina (comúnmente de trigo), agua, caldo y/o leche y unas arenas de sal. Es preferible la leche si las filloas se van a servir como dulce. Puede añadirse a la leche un poco de agua, va en gustos. Hay quien le añade sangre de cerdo en cantidad variable, siempre muy poca: son las filloas de sangre.
Hay quien le pone al amoado azúcar, pero hay que decir que complica un poco su posterior cocción en la sartén, la hace más difícil de manejar. Resulta mejor espolvorearla de azúcar al salir de la sartén.
Los aromatizantes más comunes para las dulces son: anís, ralladura de limón, nar
anja o canela y los rellenos; nata, mermeladas diversas, miel, miel y unas gotas de zumo de limón, crema inglesa o chocolate fundido.
Las saladas se pueden comer acompañando al cocido o al lacón como si de pan se tratase o utilizarlas para envolver los restos de un cocido, laconada o la ropa vieja que se haga con estos restos. Tampoco estaría nada mal rellenas con las sobras de un bacalao si las gratinamos con una mayonesa ligera.


Ensalada de zanahoria y tomate con albahaca y ajo




¿4 personas?

Después de pelarlas, rallamos 4 zanahorias hermosas. Pelamos dos tomates, lo despepitamos; dejamos que escurra perdiendo el agua y lo cortamos en cubos. Mientras tanto, reducimos dos dientes de ajo a trozos diminutos. Mezclamos zanahoria, tomate picado y ajo. Picamos en juliana albahaca fresca, en la cantidad que nos agrade (recomiendo dos buenos tallos con sus hojas) y las añadimos. Sazonamos con sal gruesa, aceite de oliva virgen extra y una punta de vinagre. Removemos para mezclar bien los ingredientes y el aliño.
Servimos.

Bocadillo de jamón en pan con tomate y aceite de oliva virgen extra


 
Pan
Xamón cortado bien fino
Tomate para salsa bien maduro
Un poquito de sal gruesa
Aceite de oliva virgen extra
Es muy importante la calidad del pan, cuanto más integral sea, mejor. Hay que huir del pan excesivamente blanco porque nutritivamente no es sano.
Este pan lo abrimos al medio.El tomate debe estar maduro y ser de los de hacer salsa y no ensalada. Hay que cortarlo al medio y fregar el interior del pan con el él; desde el borde del pan al interior. El borde de la corteza raspa la carne del tomate y así es más fácil impregnar la superficie del pan.
Ya tenemos el pan impregnado de tomate; ahora le echamos (Si lo necesitamos, ¡ el jamón ya tiene sal!) unas arenitas de sal gorda.A continuación viene el aceite de oliva virgen extra. Le pondremos un chorrito generoso en cada mitad del pan, sin pasarnos; se repartirá mejor si fregamos las superficies, mojando una contra la otra para igualar el unte. El pan debe quedar bien impregnado sin que gotee.Es el momento de poner el jamón en la cantidad que consideremos razonable, sin excesos.Ahora se cierra y se come. Buen provecho.

lunes, 16 de febrero de 2009

Caldo de pollo y gallina




Se utiliza como caldo para sopas diversas, líquido de cocción de estofados o guisos de pollo, elemento para ligar salsas como la bechamel, caldo para arroces blancos o que lleven pollo.

>Un trozo de hinojo >Una zanahoria >½ cebolla >Una rama de apio >La parte blanca de un porro >2 dientes de ajo >Una hoja de laurel >4 tallos de perejil >4 tallos de cilantro >Un chorro de jerez seco o vino blanco seco >Unas semillas de anís >Unos granos de pimienta negra >1/2 carcasa de pollo troceada a cuartos, limpia de todo resto sanguinolento y partes de grasa. Después se blanquea y se vuelve a limpiar. >400 gr de pollo troceada a octavos >400 gr de gallina >4 litros de agua


Ponemos agua abundante al fuego y todos los ingredientes al fuego. Cuando arranca a hervir, bajamos el fuego y lo dejamos a ebullición suave durante dos horas y media.
Lo dejamos enfriar poniendo en infusión el laurel y cilantro.
Colamos, ponemos en recipientes adecuados y congelamos.
Antes de utilizarlo, lo hervimos.

sábado, 14 de febrero de 2009

Caldo oscuro de pescado y crustáceos

Magnífico caldo para hacer paellas de marisco, fideos “rossejats”, sopas de marisco o guisos marineros.

1 rama de apio picada en cubos
1 zanahoria cortada del mismo modo
1 puerro (parte blanca) cortado a rodajas finas
1 cebolla picada
1 c/p de pimentón dulce
Unos granos de pimienta negra
Unos tallos de perejil
Cierta cantidad de estragón
1 diente de ajo picado
100 gr de tomate troceados, guardando su agua
2 kg de pescado de roca limpio de vísceras y agallas
3/4 kg de centolla o nécora fresca (en su defecto cangrejo) machados a cuartos u octavos dentro de un recipiente para que no pierdan el agua que sueltan
3 litros de agua

Doramos el pescado y lo reservamos sobre papel absorbente. A continuación vamos dorando el marisco a pequeñas tandas para que no se recueza y a su turno lo reservamos con el pescado.
En una tartera ponemos un poco de aceite de dorar el marisco y comenzamos a dorar el ajo y la cebolla cuidando que no se queme.


Entretanto, ponemos una olla con el agua al fuego y cuadno hierva, la mantendremos muy caliente.


Ahora, a fuego suave, vamos pochando el resto de verduras.
Primero ponemos el porro, el estragón y los granos de pimienta dejando que pochen bien.
Añadimos la zanahoria y dejamos que se ablande.
A continuación incorporamos el apio. Ahora ponemos el pimentón y revolvemos para que se tueste sin quemarse. Antes de que esto suceda, volcamos el tomate picado con toda su agua.
A partir de ahora manda el tomate, cuando esté cocido, el sofrito del caldo está acabado.


Mientras se va haciendo, encendemos el horno a 180º.


Volcamos el sofrito en el agua caliente.
Horneamos pescado y marisco durante 10 minutos, los echamos en el caldo y llevamos a ebullición, sin olvidarnos de añadir el agua que el marisco soltó al machacarlo.
Herviremos suave durante veinticinco minutos.
Lo apartamos del fuego, incorporamos el perejil y dejamos enfriar.
Colamos y refrigeramos o congelamos en recipientes de ¼ de litro.
Antes de utilizar, lo herviremos.

Bocadillo de mejillones escabechados en pan con aceite y lechuga




Pan
Abundante lechuga enrollada, finamente picada y levemente aliñada 
Mejillones escabechados o cocinados de cualquier outro modo 
Sal 
Aceite de oliva

El interior del pan lo untamos ligeramente con aceite. Se extiende una buena capa de lechuga sobre una de las mitades de pan. Mientras escurrimos los mejillones para que no tengan demasiada salsa del escabeche. Ya escurridos, los vamos poniendo sobre la lechuga. Cerramos y comemos cuando convenga.

Caldo claro de pescado

Servirá para arroces, pescados al vapor o guisos de pescado. Si lo espesamos, ligaremos salsas.

1 kg de espinas y cabeza de pescado blanco, por ejemplo rape y lenguado
½ cebolla
Una hoja de laurel
Unas ramas de perejil
3 clavos de especia
Pimienta negra en grano
2 dientes de ajo
Un chorro de vino blanco
Agua que cubra dos o tres dedos el pescado

Limpiamos de vísceras. Retiramos las agallas. Partimos la espina central por varios sitios. Dejamos a remojo en agua bien fría durante un par de horas para que se desangre bien y no salga un caldo turbio. El agua debe mantenerse bien fría en la nevera.
Ponemos todo los ingredientes en una olla menos el perejil y el pescado, llevamos a hervir; añadimos entonces el pescado. Hervimos suavemente durante 20 minutos desde que vuelve a alcanzar la ebullición y dejamos en infusión dos horas con el perejil.
Dejamos enfriar destapado. Colamos y refrigeramos o congelamos. Cuando lo usemos tendremos que hervirlo previamente

Los caldos

Hay que tener caldos en la nevera; congelados se conservan perfectamente y los platos mejoran sensiblemente cuando se utilizan. La sustancia que aporta a un plato un caldo hecho en casa no tiene nada que ver con la que suda una pastilla de caldo concentrado.
Descongelados, se hierven y se utilizan para hacer una sopa, ligar una salsa desglasando la sartén o los hacemos servir como líquido de cocción de un arroz, un estofado o un guiso. Un caldo especial es el “caldo corto” que es un líquido aromatizado con hierbas y/o vino utilizado para cocer pescado o marisco.
Pero María Moliner define “caldo” así: “Agua con la sustancia de haber cocido en ella carne, pescado, verduras, etc.” Los caldos pueden ser claros u oscuros según sus ingredientes se doren o no.
Si se reducen por evaporación a aproximadamente a una décima parte de su volumen inicial, obtenemos un “fondo” ; una sustancia densa con las que podemos espesar y ligar salsa, además de poder usarse como los caldos. Son claros u oscuros según salgan de un caldo claro u oscuro. También se les llaman “glasas".
Cuando el fondo es elaborado a base de pescado, se le llama “fumet”. Estos fondos son caros y lentos de hacer, resultando poco interesantes para una casa. Sin embargo, un caldo es fácil de hacer y resulta utilísimo en la cocina. Tengamos caldo y hagamos sopas.

domingo, 8 de febrero de 2009

Bocadillo de pechuga de pollo con cebolla confitada, queso y lechuga




Pan
Abundante lechuga enrollada y finamente picada y levemente aliñada con aceite y vinagre Pechuga de pollo cortada a tiras y salteada con ajo en la sartén 
Cebolla cortada bien fina y pasada por la sartén con un poco de aceite hasta que quede bien caramelizada
Algunas lascas de queso parmesano 
Sal 
Pimienta 
Aceite de oliva
Sobre el pan untado con aceite, colocamos la lechuga. Sobre esta, el pollo. Ahora ponemos el queso, y sobre él, la cebolla. Cerramos y comemos.

Carrilleras de ternera estofadas en caldo, albariño y azafrán


 


¿4 personas?

2 carrilleras de ternera perfectamente limpias
1 puerro (parte blanca)
1 cebolla
2 dientes de ajo pelados y enteros
1 rama de apio
Un hatillo de hierbas aromáticas: romero, perejil y laurel
Caldo de carne
Vino albariño
Brandy
Nuez moscada
Azafrán
Pimienta
Aceite de oliva
Sal

Salpimentamos las carrilleras y las doramos con aceite de oliva en una sartén. Las reservamos.
En la misma sartén, ponemos a dorar todas las hortalizas en juliana: puerro, cebolla, ajo y apio. A medio dorar salamos y ponemos unas ralladuras de nuez moscada y el azafrán. A continuación echamos un chorro de brandy y con el conjunto desglasamos los restos de haber dorado la carne.
Ahora ponemos las hortalizas en la cazuela donde vayamos a hacer el estofado. Encima asentamos la carne.
Añadimos entonces, el caldo y el vino, hasta cubrir los tres cuartos de la altura de a carne. El caldo será los 2/3 del total del líquido y el vino blanco albariño, el tercio restante. Incorporamos también el hatillo de hierbas aromáticas.
Llevamos a ebullición y bajamos el fuego al mínimo.
Deberá cocer durante unas dos horas o hasta que la carne esté bien blanda.
Al llegar a este punto, retiramos la carne, retiramos el hatillo de hierbas, pasamos por el chino las hortalizas y las devolvemos a la salsa. Reducimos el conjunto a un cuarto del volumen inicial y dejamos espesar.
Ahora llevamos las carrilleras ya cortadas a la salsa reducida para darle un último calentón dejándolas glasear bien en la salsa.
Servimos en el plato salseadas, espolvoreadas de perejil y acompañadas de la guarnición; es este caso consistió en puré de hinojo y champiñones salteados con cebolla y panceta*.

(*) Guarnición de champiñones, cebolla y panceta
Doramos en la sartén, los tres elementos y servimos acompañando a la carne y salseando.

Puré de hinojo




2 bulbos de hinojo
1 cebolla
1 diente de ajo
30 cl de nata
Pimienta
Sal

Limpiamos los bulbos de hinojo de las hojas exteriores, los troceamos a octavos. Pelamos la cebolla y la partimos de la misma manera. Doramos ambas hortalizas en la sartén con el ajo y las salpimentamos.
Las ponemos en una cacerola y cubrimos apenas con agua. Deben hervir lentamente hasta estar bien blandas.
Pasamos por el pasapurés y le reducimos el agua hasta que espese suficientemente.
Ahora añadimos la nata y damos un calor para homogeneizar el conjunto.
Probamos de sal y servimos.