lunes, 2 de junio de 2008

La minipimer (1957, Barcelona)


Tal vez de los primero aparatos eléctricos que entraron el las cocinas españolas en los años 60. La “Minipimer” original fue un diseño del catalán barcelonés Gabriel Lluelles (1923) que además de este artefacto diseño muchos otros pequeños electrodomésticos que nos ha facilitado la vida cotidiana en la cocina.
Comenzó a trabajar en PIMER (Pequeñas Industrias Mecánicas Electricas Reunidas) en el año 1947. Este aparato es del año 1957 y fue la primera batidora que se fabricó en España. Muy ingenioso en su diseño: sacó las cuchillas del fondo del vaso americano y las instaló en el extremo de una varilla de donde se podían desmontar para su lavado.
Continúo su trabajo en Taurus hasta 1988, cuando se jubiló.

Calamares guisados



Nos viene bien tener caldo de pescado a mano para hacer este plato, si no fuera posible habremos de conformarnos con agua.
 
Sofreímos una cebolla mediana muy bien picada, la parte blanca de un puerro, dos diente de ajo, ½ pimiento verde, una rama de perejil, un aire de pimentón dulce y otro de pimentón picante y un tomate triturado. Todo esto bien picado y sofrito bien lentamente.
Mientras tanto limpiamos los calamares (1 por persona; 4 personas), cortamos el cuerpo en rodajas, picamos aletas y tentáculos.
Cuando el sofrito está hecho, saltemos el calamar y 3 patatas medianas con él añadiendo un chorro de vino blanco y cubrimos apenas hasta la mitad con caldo de pescado o agua, porque el calamar soltará mucho líquido.
Cocemos a fuego suave durante 45 minutos vigilando que no se pegue. Para que la salsa espese será suficiente con mover la tartera de vez en cuando para que la fécula de la patata vaya ligando la salsa.

Navajas a la plancha



La navaja es un molusco lamelibranquio.  Vive enterrada en vertical en la arena y se deja coger cuando asoma por su respiradero al echarle unas arenas de sal. Las dos valvas de la navaja son completamente rectas. En Galicia las diferenciamos de otro tipo cuyas conchas tienen una ligera curva, que se le decimos “longueirón”. En ocasiones se les denomina “longueirón” o “navaja” indistintamente; también se les tira por “carallote” o “lingueirón”. Tales denominaciones son metáfora formal del sexo másculino, por ej. “¡Aí che vai esa cuarta de longueirón!”, “Levou na crica co longueirón” o “¡Miña naiciña querida, aquilo era moito longueiron de Noso Señor!
Entre los científicos, la navaja recibe en nombre científico de “Ensis enssi”y el longueirón es el “Ensis siliqua”
Resultan deliciosas las najavas abiertas a la plancha con unas gotas de limón, sin que las molesta el ajo o el perejil de otras preparaciones.
Necesitamos unas navajas fresquísimas que no tengan arena. Nos estragararía el placer de saborearlas porque cuando tienen arena, tienen mucha.
Si sospechamos que no están limpias, las dejaremos 24 ó 36 horas en agua de mar limpia o en agua mineral muy salada para que dejen ir la tierra.


En la plancha bien caliente con un aire de aceite ponemos las navajas encima, nada más abrir un poco las regamos con un chorrito de aceite de oliva y las retiramos inmediatamente casi crudas.
Esto es muy importante, si las pasamos demasiado, lo que sería delicioso lo transformamos en una vulgaridad con sabor de plancha.
Rociamos con limón y comemos.
Si no estuvieran bien de sal podríamos poner unas arenas de sal gruesa.

Salteado de verduras (II)



Cortamos medio repollo en juliana muy fina
½ cebolla laminada del mismo modo
1 diente de ajo también laminado
½ calabacín cortado en finísimos bastoncillos al estilo de las patatas paja
½ brócoli en ramilletes
Puntas de espárragos verdes
Tallos de espárragos finamente picado
12 tomates cereza cortados por su mitad longitudinal
Tres cucharadas soperas de arroz salvaje cocido
1 trozo de queso feta
Aceite de oliva
Jerez seco
Agua
Salsa de soja
Ponemos agua al fuego y blanqueamos loas ramilletes de brócoli y las puntas de espárragos durante tres minutos. Retiramos, enfriamos en agua fría y escurrimos y reservamos sobre un paño seco. Así conseguimos que conserven un color verde muy atractivo.
La cantidad de aceite de oliva en la sartén no será mucho, de esta forma la verdura no se engrasará en exceso. El fuego al inicio debe ser vivo y no podemos dejar de remover, como si estuviéramos utilizando un wok, después bajamos el fuego pero continuamos vigilando que no se quemen.
Salamos en cuanto echamos en la sartén la verdura. Si notamos que se la verdura se queda en seco, mojamos con agua y jerez; esto provoca el desprendimiento de vapor. Es el momento de tapar la sartén y bajar el fuego, así aprovechamos el vapor para favorecer la cocción, pero no debemos prolongar esto, porque no queremos que cueza solamente: estamos empleando una técnica que combina el salteado con la cocción al vapor.
Tenemos el horno caliente a 150º para mantener caliente las verduras a medida que las vamos haciendo.
Confitamos la cebolla y el ajo, a medio camino añadimos, los tallos de espárragos y el calabacín cortado. Cuando está listo, retiramos y reservamos al calor.
Salteamos ahora la col en juliana, es muy importante que no quede seca. La humedecemos con vino y agua y tapamos para que se acabe de hacer al vapor. También reservamos en caliente.
Ahora pasamos por la sartén las puntas de espárragos y el brócoli blanquedo para que tomen calor y los reservamos.
También ponemos al calor del horno el arroz salvaje.
Mientras tanto salteamos los tomates. Reservamos
Empezamos a emplatar: ponemos arroz, col y cebolla, con ajo, espárragos y calabacín en la base. Encima; brócoli, puntas de espárragos, tomates cereza y feta desmenuzado en trozos gruesos.
Aliñamos con sal gruesa y salsa de soja

Fresas con Pedro Ximénez



½ kg de fresa lavadas y despojadas del pie (por este orden, de lo contrario les entra agua)
Las ponemos en un cuenco enteras o partidas si son grandes.
Las regamos con Pedro Ximénez y las espolvoreamos con azúcar.
Tapamos y removemos.
Dejamos macerar un par de horas, durante las cuales vamos revolviéndolas de vez en cuando.
Servimos regándolas con el almíbar formado el fondo del recipiente.

Ensalada de alubias


300 gr de alubias cocidas
100 gr de queso manchego semicurado, cortado a cubos
100 gr de toamte, pelado y sin semillas, cortado de la misma manera que el queso
100 gr de bonito en aceite de oliva escurrido y desmenuzado
½ cebolla picada en cubos diminutos
½ pimiento rojo e igual cantidad de verde picados al estilo de la cebolla
Mezclamos todo y salpimentamos.
Aliñamos con aceite de oliva virgen y un aire de vinagre de jerez.

Guisantes con tocino entreverado



Sacados de la vaina se cuecen destapados en agua con sal durante unos diez o doce minutos, conviene vigilarlos para que no se deshagan.
Mientras tanto cortamos a cubos diminutos unas lonchas de panceta entreverada y los salteamos muy ligeramente en la sartén.
En cuanto los guisantes estén cocidos, los enfriamos brusca y completamente en agua helada y los escurrimos. De esta manera mantienen un verde subido.
A continuación los ponemos en la sartén con la panceta y calentemos el conjunto para que los guisante se impregne de la grasa del tocino y servimos calientes.